domingo, 2 de mayo de 2010

Muerte en Venecia

La travesía será corta -pensaba-.

¡ Ojalá durase siempre !

Iniciar una comparación de la novela “muerte en Venecia” de Thomas Mann y la adaptación de la película “muerte en Venecia” del director de cine Luchino Visconti es algo complejo, eso no es así de fácil, se necesitan horas de concentración, de investigación, por eso decidí dividir la comparación en tres temas principales a manera de cuento ( Inicio, nudo y desenlace) vamos a partir del el tercer capitulo del libro, que es el prodigioso comienzo de la película.

Había cesado de llover, se retiró la lona de la cubierta. El horizonte se había despejado enteramente. Bajo la cúpula del cielo se extendía en torno al barco el disco inmenso del mar.



Fotografía: Plano general de un calido ocaso sobre un mar en calma, entra y sale de cuadro una silueta de una embarcación en contra luz.
Música: Adagietto, de la Sinfonía nº 5 de Mahler




(Von Gustav Aschenbach, nombre oficial: Dirk Bogarde)
Recibiendo el soplo tibio del siroco (viento mediterráneo que vine del Sahara), recostado sobre los blandos almohadones, el viajero cerró los ojos para gozar de una languidez tan dulce como desacostumbrada que empezaba a poseerlo.
Fotografía: De un plano general pasamos a un lento zoom o acercamiento a la intimidad del personaje con una mirada perdida en la turbación de sus pensamientos y sacándonos a flote su oscuro panorama espiritual, este hombre se ve afectado por las silenciosas y turbulentas aguas del mar mediterráneo. Seguimos escuchando el Adagietto, de la Sinfonía nº 5 de Mahler

“Era de estatura poco menos que mediana, más bien moreno, e iba afeitado completamente. Su cabeza no estaba proporcionada a su desmedrado cuerpo. El cabello, peinado hacia atrás, algo escaso en el cráneo y muy abundante y bastante gris en las cejas, servía de marco a una frente amplia. Unos lentes de oro con los cristales al aire oprimían el puente de la nariz, recia, noblemente curvada. La boca era carnosa, tan pronto floja como estrecha y apretada. Las mejillas, flacas y hundidas, y la barba partida, bien formada en suave ondulación. Sobre la cabeza, generalmente inclinada en una postura doliente, parecían haber pasado grandes tormentas. Sin embargo, era sólo el arte lo que había retocado su fisonomía, como sólo suele hacerlo una vida llena de emociones y aventuras.”



“Oh Venecia magnifica ciudad, ciudad de irresistible atracción para las personas ilustradas, tanto por el prestigio de su historia como por sus actuales encantos.”
Fotografía: Atardecer nostálgico, cámara subjetiva (es la visión de nuestro personaje), un plano general de la cúpula de la basílica de San Marcos. Este plano se da un sentido dramático a la secuencia del inicio, pues describe la relación entre el ambiente y la situación del personaje.

Otra vez se presentaba a la vista la magnífica perspectiva, la deslumbradora composición de fantásticos edificios que la república mostraba a los ojos asombrados de los navegantes que llegaban a la ciudad; la graciosa magnificencia del palacio y del Puente de los Suspiros, las columnas con santos y leones, la fachada pomposa del fantástico templo, la puerta y el gran reloj, y comprendió entonces que llegar por tierra a Venecia, bajando en la estación, era como entrar a un palacio por la escalera de servicio. Había que llegar, pues, en barco a la más inverosímil de las ciudades.




Aschenbach advirtió con asombro que el muchacho tenía una cabeza perfecta. Su rostro, pálido y preciosamente austero, encuadrado de cabello color de miel; su nariz, recta; su boca, fina, y una expresión de deliciosa serenidad divina, le recordaron los bustos griegos de la época más noble. Y siendo su forma de clásica perfección.





Tadzio, nombre oficial: Bjorn Andresen




Fotografía: Plano medio corto, donde podemos captar las emociones expresivas de Tadzio, en esta escena Visconti ofrece una visión más cercana del primer encuentro, la primera mirada, el renacimiento del amor platónico, Visconti a la hora de recrear la época, nos deleita con su amor por el diseño de arte, es impecable a la hora de elaborar estas puestas en escena, de un valioso tratamiento artístico.
El director Luchino Visconti en esta escena utiliza el recurso de la voz en off reafirmando sus pensamientos por medio de una conversación con su mejor amigo sobre el concepto de belleza, al utilizar este recurso proporciona información complementaria a lo visual, para desarrollar el argumento de manera bipolar.
Voz en off:
- ¿ Crees que la belleza es producto del trabajo ?
- Si, así es
- Así nace la belleza
- Así, de forma espontánea , no tiene relación con tu trabajo o el mío.
- Preexiste a nuestra condición de artistas.

La belleza es representada en los labios de un niño súper lindo, un hermoso ejemplar andrógeno, de facciones delicadas, un adonis lleno de vida, tan dispuesto a darlo todo,
Que hermosa es la vida,
cuando se ve desde los ojos de la adolescencia,
y no desde los ojos del hombre lleno de prejuicios,
cargado de quejas, repleto de refunfuñeos.

Gustv Aschenbach empieza a tener un tipo de comportamiento extraño, los síntomas de la peste lo comienza a turbar, la intriga de saber que esta pasando en Venecia, el silencio social lo desespera y poco a poco le van despertando sus voces ocultas, su alma se convierte en un río de cenizas. Se le ve que ya esta cansado de ser un nómada artista, de ser un intelectual en cerrado en si mismo, después de sufrir su transformación física (visita a la peluquería) no sabe si morir de risa o ahogarse en el mar de intentos fallidos.



Montaje: Lo bonito de esta escena, es el montaje narrativo, una verdadera obra poética, pues posee un intención expresiva, cuando estos dos fragmentos el hombre que muerte y el joven que se lanza a la vida, se combinan de modo que la atención del espectador se centra en ver como hasta en el ultimo instante de la vida se puede sentir y saborear la esencia de la belleza.
Música: Adagietto, de la Sinfonía nº 5 de Mahler




Fotografía: Plano general observamos la inocencia enfrentada al gran moustro del azar (el mar), aunque aquí se vea un mar frágil e ingenuo no deja de significar la grandeza del infinito, frente a la fuerza de la juventud, con la cabeza al frente señalando su destino.
Música: Adagietto, de la Sinfonía nº 5 de Mahler

La película Muerte en Venecia (1971) es un cuento corto, una exploración de la subjetividad, de las cosas imposibles, los sentimientos inexplicables y del modo de ser muchas veces extraño e imprevisible del hombre. Visconti nos sorprende con su preocupación por la soledad de la vejez , que se enfrenta siempre a un mundo en constante cambio y transformación, en la obra encontramos la de la mirada de un artista maduro, su admiración por la belleza y la preocupación por la relación entre arte y ética del artista.
Cuando uno termina el libro, la vida queda un poco vacía, porque al ver que la vejez esta esperándonos en la esquina cargada de sus desencantos, para mi es demasiado triste pensar en lo que viene,(enfermedad y desolación) el solo hecho de verme así en un futuro no muy lejano, completamente deshabitado y arropado de melancolía como poseído por un espíritu pesado, y pagando las cuentas del pasado, me desconsuela bastante aunque quisiera ver crecer mis retoños.

Referencias—
http://www.psiconet.com/tiempo/historias/visconti.htm
http://www.filomusica.com/filo18/visconti5.html